Me besó mientras hablaba con otro

Nos conocimos hace semanas.
Solo fue un beso en una fiesta, rápido, con el rush del momento.
Nunca hablamos después.
Ni redes, ni mensajes. Nada.

Hasta que la vi otra vez en el antro.
Estaba platicando con otro tipo.
Me vio, y se rió bajito, como si el universo le hubiera hecho un chiste privado.

Yo estaba cerca, pero no lo suficiente como para interrumpir.
Hasta que se acercó sola.
No me saludó.
Me jaló por el cuello de la camisa y me besó.

Más lento que la vez anterior.
Más profundo.
Más lengua.
Menos prisa.

Yo pensé que se iba a ir.
Pero no.
Se quedó conmigo, apoyada en la barra, y mientras hablábamos, sus dedos bajaban por mi espalda, sin disimulo.
Me tocó por debajo de la camisa.
Me dijo:
— “¿Todavía tienes carro?”

No nos quedamos.
Salimos antes que todos.
Nos fuimos sin decir a dónde.
No dijimos ni pa’ dónde íbamos.
Solo subió la pierna, se acomodó encima…
y ahí sí ya no preguntó nada.
Yo tampoco. Solo le subí el volumen al estéreo.

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