Fui a un café con vibra hipster para trabajar un rato. Me senté al fondo con mi compu, pedí un café y un muffin de plátano.
En la pared de enfrente había un letrero enorme que decía:
“ESTE NO ES UN CAFÉ PARA LIGAR”
Lo leí y solté una risa sola.
El tipo de la mesa de al lado me escuchó y dijo:
— “¿Tú también lo estás rompiendo con solo existir?”
Me reí más fuerte. Le pasé la mitad del muffin y le dije:
— “Bueno, si ya vamos a romper reglas, mínimo lo hacemos con carbohidratos.”
Nos pusimos a trabajar cada quien en lo suyo, pero de vez en cuando nos volteábamos a ver con cara de “seguimos delinquiendo”.
Al final me dijo:
— “No ligamos, ¿eh? Solo fuimos rebeldes con causa.” Asentí. Nos despedimos con un mini brindis de café.
El letrero sigue ahí. Yo también volvería.